viernes, 30 de noviembre de 2012

La voz del pájaro

Esperando a Franco con mi cara de luna. Ondina  dedica su poemario  (La voz del Pájaro, ediciones Al Sur, 1997) “al pájaro que habita en nosotros”. En todos nosotros habita un pájaro.  Es el mismo que vemos cautivo en la jaula de la casa,  en el ramaje de los árboles o surcando el espacio.  El pájaro podría ser el símil perfecto del alma que en alas de la imaginación es capaz de volar hacia planos infinitos, irreales, o cosmogónicamente posibles.  Sentirse pájaro, es una manera de  trascender hacia lo imposible.  Para Ondina es “la única trascendencia” de la que se es capaz  “la trascendencia del viajero y el pájaro”.
Es un viaje fluido, sin lastre ni carga corriente que retarde la navegación.  El pájaro, su pájaro, la orienta, la conduce  (El pájaro lleva al viajero y el viajero al pájaro).  Pero ese pájaro que el viajero lleva consigo puede, en un momento inesperado o circunstancial, perder el ritmo de la existencia y nada tan desconsolador que un pájaro extraviado, perdido en la tersura del plumaje.  Entonces sentimos que el pájaro nos mira “atado a las quebradas alas de la tristeza / agónico / implorando / ráfaga azul / pájaro confundido en el confín estático / Cautivo espejo de la noche / que llora desde mi / y abriga con sublime silencio”.
Comienza el drama al contemplar al pájaro agónico con su mirada aguda tratando de aprehender nuestras “palabras aletargadas” que son  como rosas, pero “rosas que hieren”.  Quien más se identifica con él, prefiere callar (oculto la lengua / en la esfera simétrica) porque como dice Hemi Corbin, en sus  dos versos que sirven de exordio “y los pájaros al desprenderse como hojas / cortan la cabeza del cazador en la noche” .  Vale decir, decapitan toda posibilidad de trascendencia y el cazador se queda espiritualmente invalidado para ver más allá desde su posición utilitaria.
El Pájaro, agónico, muerto, vivo o redivivo, siempre estará  en la cima  “acechando la transparencia / oculta en la idea”  porque el pájaro, símil del alma del ser humano, que se posa, vuela trasmonta,  canta y padece los ajustes o cambios bruscos de la Naturaleza, puede hacernos aguzar el sentido de percepción en la solución de ese rompe cabeza de la  máscara que mejor, muchas veces, es preferible no descifrar.  Como panacea de la apariencia engañosa está  la noche  “la noche /guarda sus espejos en mis ojos” y mientras va pasando el imperecedero que es el tiempo, cuelga sus relojes y sus espejos.      Pero ese pájaro, cautivo entre nosotros, que  soltamos y que regresa, a veces se vuelve volariego, y su dueño que poseso nunca podrá desprenderse de él, va a buscarlo “en las tardes blancas / detrás de los árboles” donde preferimos muchas veces que esté  aunque  palidezcamos a la sombra del día.
Para Ondina el pájaro es su mejor consuelo, su más tierno y dulce aliciente, frente a un  tiempo que siempre está allí amenazante ¿sin pasar? (sumergidos en el tiempo / inmortal / los que pasamos somos nosotros)  (y mientras escribo / el tiempo pasa veloz / sin que lo vea).
En todo caso, quien pasa es la noche y se lleva un pedazo de nosotros hacia la nada (No sé qué hacer con la noche / para que no se  extinga  / y se lleve un pedazo de mí / hacia la nada). Y aunque la madrugada es la vida que despierta, no habrá alternativa de resguardo contra “los un mil escorpiones / debajo de mis pies”.
Esa “vana palabra de los hombres” que le sirve de coraza a su verdadera esencia  “oculta bajo la voz del pájaro asomado en las tardes”.  Y es que el hombre ¿puede dejar de sucumbir ante el  canto de un pájaro asomado por la tarde cuando el crepúsculo encendido invita hacia la eternidad del pensamiento? Ondina toma el loto como símbolo peremne de su existencia para tratar de no caer en esas debilidades que domina al hombre de nuestros días.  Su poemario muy límpido, con buen manejo del lenguaje, resalta por la unidad de su temática, perceptible fluidez, armonía, y contenido filosófico. (AF)

           
             

jueves, 29 de noviembre de 2012

Al borde de la locura


Víctor José Medina Silva, nació en Ciudad Bolívar, Estado Bolívar, Venezuela en 1.947. Médico, ciruja­no, cantautor, dibujante, caricaturis­ta y esencialmente hombre universal. Es un joven valor del arte venezolano de la actualidad y labra su puesto en el medio literario nacional. Como dibujante ha logrado éxitos resonan­tes con sus sorprendentes "seres vegetales". Ahora nos presenta éste, su maravilloso segundo libro.

AL BORDE DE LA LOCURA es un conjunto de relatos que navegan entre la realidad y la ficción sin alcanzar definirlas ciertamente.
Tales relatos nos envuelven y nos empujan hacia un mundo extraño de situaciones y sucesos que obli­gan a la reflexión íntima.
Cabe destacar la increíble historia de Infantilito, parte central del libro, por la original manera de descubrirse y descubrirnos.
AL BORDE DE LA LOCURA nos revela la inmensa espiritualidad y especial imaginación de Víctor Medina.
Desde el principio, sus relatos nos atrapan y nos adentran en las sendas ya conocidas, ya desconoci­das del pensamiento profundo de Medina. Nos permiten compartir sus extraordinarias y paranor­males experiencias; con varias nos sentimos plena­mente identificados. En alguna parte de la obra nos percatamos que somos

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Gente que hace escuela


(Incluimos este libro porque en el mismo aparece la antropólogo bolivarense Nalúa Silva entre los 32 maestros venezolanos selecciondos que dedican y han dedicado su existencia al hacer y saber pedagógico)


 Este 22 de noviembre (2012) fue bautizado el libro Gente que hace escuela, un ambicioso proyecto editorial de Banesco Banco Universal y Artesano Editores que reúne 32 historias de venezolanas y venezolanos que han dedicado su vida a formar y abrir horizontes en ámbitos tradicionales y no tradicionales del hacer y del saber.
 Juan Carlos Escotet Rodríguez, presidente de la Junta Directiva de Banesco, expresó que “Gente que hace escuela se propone indagar en ese intangible que es la sensibilidad del pedagogo. Cada una de las treinta y dos entrevistas que conforman este libro se propone aproximarse al secreto, entrever lo que hay dentro de esa nuez personal, que es la historia de vida, la vocación, la convicción presente en venezolanos de todas las regiones, que han escogido un modo de vivir: compartir lo que saben con los demás”.
En palabras de Antonio López Ortega, Gente que hace escuela es la construcción de una cartografía de las almas, “de los seres que sueñan, imaginan y, por lo tanto, construyen o cambian realidades. Un país de rostros humanos, un país de potencialidades, un país de lo que podemos generar cuando los consensos nos alcanzan”. Según López Ortega, los destinos que se relatan son modélicos porque cada uno de estos personajes “optó por la vida, por el crecimiento, por la obra, por la necesidad de trascender su tiempo y asomarse a una dimensión ultraterrena, que es el afán último de la condición humana”.
 Se trata de venezolanos y venezolanas, ya sea nacidos en nuestra tierra o que vinieron a hacer de este su país, como Nelson Méndez (chef experto en cocina amazónica); Hong Ki King (pionero de la práctica del tae kwon do); Salvador Rodrigo (fundador Niños Cantores de Villa de Cura); Arriz Domínguez (profesor y cultor apureño); Rolando Hernández (dermatólogo, escritor e investigador); Nalúa Silva (antropóloga); Nina Nikanorova (instructora de ballet); José Antonio Pereira (educador); Oswaldo Brito (médico y artista popular); Rodolfo Briceño (bombero y médico), Franklin Rojas (ambientalista y presidente de Provita); Luis Ugalde (educador y ex rector de la UCAB); Olga Camacho (cultora del tambor coriano); Jesús Aguilera (cultor y preservador de los toros coleados); Gustavo Salas (líder del movimiento cooperativo larense); Alejo Hernández (productor agropecuario); John William Páez (dirige una academia infantil de fútbol); Ivonne Carnevali (fundadora de la Escuela de Turismo); Gerry Weil (músico y formador de generaciones de jazzistas); Ligia de Gerbasi (fundadora de la Escuela de Vecinos); Domingo Rogelio León (experto en literatura oral); Milton Martínez (empresario); Fernando Cervigón (fundador y director del Museo Marino); Carmen Teresa Morillo de Montesinos (enseñanza musical y la promoción cultural); Irma Rosa Espinoza (artesana y alfarera); Luis Hernández Contreras (abogado, músico, historiador y literato); Francisco González Cruz (fundador y actual rector de la Universidad Valle del Momboy); Catana Flores (artista, elabora vitrales con productos reciclados); Céfora Contreras (fundadora del Ateneo José María Vargas); Esteban Graterol (docente en música tradicional afrovenezolana), Lía Bermúdez (artista y promotora cultural) y Domila Echeto (educadora de origen wayúu).
 El libro surgió de la idea de identificar ejemplos sociales que están más allá de alguna coyuntura histórica. Se quiere destacar a personajes que, en medio de las dificultades, formaron o legaron conocimientos a los otros.
 “Fue un arduo trabajo de identificación y ubicación de los personajes, bajo una premisa que debía mantener equilibrios de género, edad, oficio y representación territorial. La selección se detuvo en treinta y dos personajes, con al menos uno por estado, y a partir de allí comenzamos a seleccionar a los periodistas y los fotógrafos, asegurando que fuesen de la misma entidad regional del entrevistado”, dijo López Ortega.
 Para López Ortega, gracias al esfuerzo que conllevó la producción del libro se ha recorrido el país de otra manera: a través de la cartografía de las almas. A su juicio este país es el de “rostros humanos, un país de potencialidades, un país de lo que podemos generar cuando los consensos nos alcanzan. Veamos las miradas de estos personajes, escuchemos sus palabras, admiremos sus huellas de vida, entendamos sus intimidades, compartamos sus momentos de dicha y sufrimiento”




 Este 22 de noviembre fue bautizado el libro Gente que hace escuela, un ambicioso proyecto editorial de Banesco Banco Universal y Artesano Editores que reúne 32 historias de venezolanas y venezolanos que han dedicado su vida a formar y abrir horizontes en ámbitos tradicionales y no tradicionales del hacer y del saber.
 Juan Carlos Escotet Rodríguez, presidente de la Junta Directiva de Banesco, expresó que “Gente que hace escuela se propone indagar en ese intangible que es la sensibilidad del pedagogo. Cada una de las treinta y dos entrevistas que conforman este libro se propone aproximarse al secreto, entrever lo que hay dentro de esa nuez personal, que es la historia de vida, la vocación, la convicción presente en venezolanos de todas las regiones, que han escogido un modo de vivir: compartir lo que saben con los demás”.
En palabras de Antonio López Ortega, Gente que hace escuela es la construcción de una cartografía de las almas, “de los seres que sueñan, imaginan y, por lo tanto, construyen o cambian realidades. Un país de rostros humanos, un país de potencialidades, un país de lo que podemos generar cuando los consensos nos alcanzan”. Según López Ortega, los destinos que se relatan son modélicos porque cada uno de estos personajes “optó por la vida, por el crecimiento, por la obra, por la necesidad de trascender su tiempo y asomarse a una dimensión ultraterrena, que es el afán último de la condición humana”.
 Se trata de venezolanos y venezolanas, ya sea nacidos en nuestra tierra o que vinieron a hacer de este su país, como Nelson Méndez (chef experto en cocina amazónica); Hong Ki King (pionero de la práctica del tae kwon do); Salvador Rodrigo (fundador Niños Cantores de Villa de Cura); Arriz Domínguez (profesor y cultor apureño); Rolando Hernández (dermatólogo, escritor e investigador); Nalúa Silva (antropóloga); Nina Nikanorova (instructora de ballet); José Antonio Pereira (educador); Oswaldo Brito (médico y artista popular); Rodolfo Briceño (bombero y médico), Franklin Rojas (ambientalista y presidente de Provita); Luis Ugalde (educador y ex rector de la UCAB); Olga Camacho (cultora del tambor coriano); Jesús Aguilera (cultor y preservador de los toros coleados); Gustavo Salas (líder del movimiento cooperativo larense); Alejo Hernández (productor agropecuario); John William Páez (dirige una academia infantil de fútbol); Ivonne Carnevali (fundadora de la Escuela de Turismo); Gerry Weil (músico y formador de generaciones de jazzistas); Ligia de Gerbasi (fundadora de la Escuela de Vecinos); Domingo Rogelio León (experto en literatura oral); Milton Martínez (empresario); Fernando Cervigón (fundador y director del Museo Marino); Carmen Teresa Morillo de Montesinos (enseñanza musical y la promoción cultural); Irma Rosa Espinoza (artesana y alfarera); Luis Hernández Contreras (abogado, músico, historiador y literato); Francisco González Cruz (fundador y actual rector de la Universidad Valle del Momboy); Catana Flores (artista, elabora vitrales con productos reciclados); Céfora Contreras (fundadora del Ateneo José María Vargas); Esteban Graterol (docente en música tradicional afrovenezolana), Lía Bermúdez (artista y promotora cultural) y Domila Echeto (educadora de origen wayúu).
 El libro surgió de la idea de identificar ejemplos sociales que están más allá de alguna coyuntura histórica. Se quiere destacar a personajes que, en medio de las dificultades, formaron o legaron conocimientos a los otros.
 “Fue un arduo trabajo de identificación y ubicación de los personajes, bajo una premisa que debía mantener equilibrios de género, edad, oficio y representación territorial. La selección se detuvo en treinta y dos personajes, con al menos uno por estado, y a partir de allí comenzamos a seleccionar a los periodistas y los fotógrafos, asegurando que fuesen de la misma entidad regional del entrevistado”, dijo López Ortega.
 Para López Ortega, gracias al esfuerzo que conllevó la producción del libro se ha recorrido el país de otra manera: a través de la cartografía de las almas. A su juicio este país es el de “rostros humanos, un país de potencialidades, un país de lo que podemos generar cuando los consensos nos alcanzan. Veamos las miradas de estos personajes, escuchemos sus palabras, admiremos sus huellas de vida, entendamos sus intimidades, compartamos sus momentos de dicha y sufrimiento”


martes, 27 de noviembre de 2012

Diccionario Español -Sanöma

La indígena hembra de la etnia Sanema contrae matrimonio al nacer, nos comenta el profesor Víctor Mendoza (Búcaro), nativo de Tumeremo y de por vida internado en las cabeceras del Alto Caura donde mora la etnia en ancestral conflicto con los Yecuana que tratan de someterla.
            El docente es autor de varias obras literarias escritas sobre los Sanema, entre ellas, un diccionario bilingüe editado por la Universidad de Carabobo y un poemario igualmente bilingüe editado por el “perro y la rana”.
            Siempre que viene a Ciudad Bolívar, Mendoza nos visita y entera de lo que por allá ocurre y en el curso de la conversación sale a relucir algún aspecto de la cultura de aquel pueblo apenas en contacto con el mundo urbano a través de las aguas hoy amenazadas por el mercurio de la avaricia dorada.
            Nos sorprende en la conversación el tema del matrimonio en la familia Sanema el cual se da curiosamente al nacer el bebé si es hembra, no importa la edad de quien la pida.  Para el Sanema la edad no cuenta sino el amor que el hombre esté en capacidad de prodigar a la hembra desde que nace.
            El problema no radica en que el hombre sea joven, maduro o anciano y la hembra sea una recién nacida o exista en el vientre de su madre, sino en la obediencia, respeto a los padres y obligaciones que el hombre debe asumir desde el mismo momento  que le sea entregada la niña.
            El hombre prácticamente se convierte en “un muchacho de hacer mandados”  Debe hacer todo cuanto los suegros le ordenan sin responder ni alzar la vista.  El respeto por los suegros es grande y sagrado y de absoluto acatamiento lo que le pidan.
             Para los hombres suele ser difícil encontrar una mujer adulta y soltera.  En una sociedad Sanema  muchas veces  desde  antes de nacer ya están encargadas.   El indígena soltero le pide a su madre que hable con la mujer que está  embarazada y le diga que si es niña la quiere para casarse con ella, luego  que la niña nace él se la asume para criarla, pero si él muere antes que ella y llega a los ocho años sin esposo, presiona a los padres  porque no quiere vivir sola. Entonces los padres comienzan a buscarle candidato.   Este debe reunir ciertas cualidades: cazador, muy activo  y si es líder mejor.  Luego que los padres escogen un candidato  ya el hombre sabe su responsabilidad y la mamá de la niña descuelga el chinchorro donde la niña duerme y cuelga el del yerno porque ya la niña pasa a dormir con él. Cuando se casan con la niña no es para tener sexo.
 Una vez que la niña entra a la pubertad, le practican un rito sagrado durante 5 días.  El primero entra en ayuna, sólo agua de casabe; el segundo, aprende a tejer chinchorro; el tercero, aprende a hacer casabe; cuarto, a hilar el algodón y al 5to día se baña.  Al día siguiente la vuelven a bañar, le cortan el cabello,  la pintan, le ponen sus collares y la tanga, le dan de beber yucuta hasta vomitar.  Tiene que vomitar para que quede limpia y una vez declarada limpia llaman al esposo, le ofrecen una bebida espiritosa mientras a ella la afeitan y visten, entonces los padres le dicen a la niña: “Vaya, hija, haga feliz a su esposo y sea feliz usted también”. Ella  va y se acuesta en él chinchorro, no para hacer el amor, no, porque la casa es muy transitada. Para hacerlo tienen que ir a un rio, una playa, a un resguardo en el conuco o bajo la sombra augusta de un árbol en la montaña

lunes, 26 de noviembre de 2012

Variaciones desde el sillón / Riolama Fernández

Narrar es buscar •el error y la hendija: desbrozar lo que subyace en la realidad insuperable; celebrar la aparición de las grietas y limpiar los pequeños pasajes'-de las sombras; podar –incluso– las señales en su desmesura para aclimatar lo que se resiste a ser sólo verbalidad.
Todo esto, como a la caza de las grietas en una pared blanca, lo expresa Riolama Fernández eh esta su primera colección publicada de aventuras narrativas.
Porque son aventuras también lo que sus personajes experimentan: desde la soledad lejana a las miradas del prójimo hasta paisajes de ' espejos dentro de cuatro paredes humanas, desde el vaciamiento que roza a la crispación hasta la elasticidad que emana de la virtud y la insuficiencia.

Y "desde el sillón", Riolama Fernández afina su oído, que a su vez es ojo capaz de filtrar el exterior a voluntad, para así vivir con los ecos traducidos de un mundo que se alterna entre ser muelle, parásito o árbol; ojo y oído capaces de ampliar los pulmones fuera de la esclavitud de lo exterior y lo inmediato en la ambición del texto por la claridad de una habitación vacía, de un estruendo mínimo, de una conversación en una esquina del silencio.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Introducción a la Etnografía de los pueblos Indígenas de la Guayana

Solapa

Nalúa Rosa Silva Monterrey es graduada con máximas calificaciones en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México en donde fue galardonada con el premio Juan Comas por la mejor investigación en Antropología Física en el año 1986.
Posteriormente laboró como Coordinadora del Museo Etnográfico de Guayana, institución que pqao en funcionamiento al ordenar y estudiar sus colecciones. Desde esa época trabaja con las poblaciones indígenas de Venezuela enfocándose en sus relaciones sociales y políticas, acompañando a las organizaciones indígenas locales y nacionales en las luchas por la reivindicación de sus derechos.
Actualmente se desempeña como investigadora en el Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Experimental de Guayana siendo además asesora de organizaciones nacionales e internacionales en materia de pueblos indígenas y ambiente.
Su principal experiencia etnográfica es con los Ye'kwana de la Cuenca del Caura (estado Bolívar) en donde ha estudiado además las relaciones ambientales y territoriales. Asimismo ha estado en contacto con los Hoti, Kari'ña y Sanema.
La autora ha escrito varios artículos para revistas 1 científicas y es      actualmente  investigadora reconocida por el Sistema Nacional de Investigación (PPI).
Este libro es producto de su experiencia y de fuentes secundarias. Con este sencillo trabajo se espera dar respuesta a la creciente demanda de información que sobre los pueblos indígenas tiene la colectividad guayanesa.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Problemas epistemológicos



Contraportada

Angel Américo Fernández, Ciudad Bolívar, Venezuela. Profesor de Historia egresado del Pedagógico de Maturín, 1979; Maestría en gerencia de la educación. e ha desempeñado como Profesor de post grado en la cátedra de Filosofía de
la Ciencia, Universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Investigador en los campos de la Epistemología y Filosofía Política. Director de Fundaepisteme-Bolívar (1994-2006) organización académica dedicada al debate contemporáneo filosófico, ético y político. Ha publicado en revistas internacionales de Ciencias Sociales y en la prensa venezolana. Entre sus trabajos más recientes se encuentran: De la Filosofia del Sujeto a la Ética del Discurso en el libro Paradigmas, métodos y Posmodernidad. Miriam Hurtado y Rigoberto Lanz (comp.) ULA, Mérida, 1995. ISBN: 980-221-882-0; Verdad y Límites de la Ciencia en Revista Latinoamericana de Estudios Avanzados n-11, CIPOST-UCV, Caracas, 2000. ISSN 1316-0486; Interpelando al Socialismo en la edición Los socialismos en debate de la Revista Latinoamericana de Estudios Avanzados n-22, CIPOST-Universidad Central de Venezuela, Caracas, 2005. ISSN 1316-0486.
Además, cuenta con una amplia difusión de sus ensayos en la web, tales como: Epistemología Transcompleja, El Marxismo como metafísica, La izquierda y el Pensamiento Económico, Propiedad privada, Burocracia Y Socialismo,
Lo epistemológico como Problema, entre otros, en debatecultural.com,
a ladecuervo.net y webarticulista.net.

El debate sobre los problemas epistemológicos y la teoría de la ciencia ha jalonado la reflexión contemporánea alrededor de un eje central expresado en las preguntas: ¿Qué es el saber? ¿Cuál es su composición? ¿Cómo se produce? ¿Cómo se legitiman los saberes? Este texto reconstruye críticamente las coordenadas fundamentales de este debate emprendiendo un viaje por las distintas vertientes y autores, interrogando, interpelando, pero con un empeño casi obsesivo en marcar los nudos conflictivos, los quiebres, los puntos de inflexión que separan las distintas miradas sobre el conocimiento y la ciencia. En el blindado tablero lógico- empírico de la ciencia ¿hay un lugar para lo hermenéutico y lo fenomenológico?
En ese recorrido se hace patente un esfuerzo por explorar y sacar a flote las franjas de irracionalidad y de paralogía que subyacen al interior del discurso científico. Se trata de un texto que puede ser leído en las claves de una crítica radical del positivismo.



viernes, 23 de noviembre de 2012

Academia y Educación Médica

Gerardo Godoy, médico jubilado, dedicado por décadas a la enseñanza de la medicina en forma exclusiva e investigación en el campo de la parasitología, microbiología y medicina tropical en la UDO, acaba de dar a la luz un libro sobre la academia y la educación médica resaltando de entrada problemas puntuales de la dinámica profesional que desarticulan la armonía racional en la discusión científica de toda universidad.
            Seguramente lo que pasa en algunas Universidades sea el reflejo de lo que ocurre en la Venezuela actual. Se podrá evitar?  El problema es que las opiniones divergentes en el campo gremial universitario y académico, algunos y  a veces agrupados, tratan de resolverlo, no  de manera inteligente a través de la doctrina platónica, sino mediante la dialéctica de lar armas.  De ahí que éste sea uno de los factores que dan pábulo al deterioro interno y mala imagen externa de la Universidad de Oriente.
            Ha habido casos en que quienes han protagonizado tales situaciones son profesores con posiciones alcanzadas, no por méritos, sino por intermedio del amiguismo, la adulación y hasta la política.  Estos malos universitarios de hecho que no viven para la universidad sino que viven de la universidad y se hacen más peligrosos aún cuando estas instituciones son intervenidas.  Entonces políticamente se convierten en colaboracionistas y delatores como se ha  visto en universidades de naciones latinoamericanas.
Sentencia en su libro el doctor Godoy que no puede responsabilizarse a todos de lo malo de nuestras universidades.  Los responsables son unos pocos  fácilmente identificables y que todos los esfuerzos que se hagan para lograr su marginación, redundará en provecho de la credibilidad, desarrollo y razón de la Universidad
En términos generales, el libro es la historia del esfuerzo, de todo lo que se ha hecho, se hace y se ha dejado de hacer en la búsqueda de una Universidad,  realmente académica, eficiente y productiva en la formación de profesionales de las carreras de su esfera.
            El libro prosigue con observaciones y propuestas que se hicieron sobre contenidos y objetivos de asignaturas de medicina  y de programas, tendentes a mejorar la enseñanza en el tema de la Zoología II, objetivos de bioquímica médica y sobre objetivos generales  de Bioanálisis.
Destaca el tema curricular, al cual  suelen atribuírsele  tomas, huelgas, tensiones, bajo rendimiento y otras perturbaciones.  La concepción original del currículo y su adaptación progresiva a la experiencia académica, en el caso de la Escuela de Medicina que es el campo del doctor Godoy, se ha visto complicado dada la diversidad de criterios y opiniones que deben ser interpretados y tabulados por la Comisión respectiva.
Según captamos del libro del doctor Godoy, el conjunto de objetivos, contenidos, criterios metodológicos y técnicas de evaluación que orientan la actividad académica de la Escuela de Medicina y posiblemente de otras escuelas del ámbito universitario udista, requiere de estudio científico profundo con miras a ser modificado y actualizado de acuerdo con las realidades que se han venido viviendo durante los últimos años. Siendo así, la planificación de las actividades académicas sería más afortunada en la formación de los educandos.
Concluye diciendo el doctor Godoy en este aspecto que  las nuevas y viejas instituciones de prestigio en educación superior, periódicamente definen el marco referencial para producir innovaciones a sus currículos concatenando lo más ordenadamente posible actualizaciones, logrando así mantenerse a la vanguardia tecnológica y científica.  No olvidan sin embargo que buena parte de esto depende de la conducta consecuente del personal responsable de darle cumplimiento  a los viejos objetivo que se mantienen vigentes y a los nuevos que resulten de sus actualizaciones periódicas.



lunes, 12 de noviembre de 2012

Poética del ojo / Carlos Yusti


Las pinceladas escriturales de Carlos Yusti aprehenden y afloran en cada espacio de su libro, el padecer, el tránsito, el horizonte, la originalidad, variantes, tendencia y matices de cada artista conocido de la pintura.
En Alejandro Otero y Reverón pasando por 27 visuales venezolanos hasta el Bosco y 16 creadores de otros países, Yusti pone su acento reflexivamente crítico tocando bondades, defectos e impulso creativo.  El libro, de un tamaño fuera de lo común, concluye con diez ensayos sobre el arte, incluyendo la envidia que es pate del celo creativo.
La pluma de Yusti comporta o exhibe un  estilo franco y sereno, justo, dentro de los parámetros de una experiencia dada por su mismo quehacer de artista de la palabra, del trazo, y del trato algunas veces directo.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Un libro sobre Caicara y El Guaniamo

B1Topicos
El Guaniamo y su capital El Milagro es una parroquia que por reciente no aparecía en los estudios históricos geográficos realizados sobre el antes distrito y hoy municipio autónomo Cedeño hasta ahora que ha sido incluido como tal en el libro de David Meignen Medina.
David Meignen Medina, quien fue secretario General de Gobierno, presidente municipal de Caroní. Profesor universitario de derecho romano y magistrado judicial, dio a conocer este año un estudio vivencial y bibliográfico sobre Caicara del Orinoco como cabecera del municipio Cedeño y demás parroquias que lo conforman, incluyendo excepcionalmente a Cabruta por ser el ombligo geográfico de Venezuela y la vecina, rio de por medio, más antigua e importante de Caicara.
Ese estudio incluye, como ya lo hemos dicho, a Guaniamo que a partir de los años setenta del siglo pasado trascendió nacionalmente y fuera de las fronteras por su ingente producción de diamante de aluvión.
La explotación de los placeres diamantíferos del Guaniamo comenzó a buena escala en 1970 considerados los más grandes encontrados hasta entonces. Desde 1923 hasta 1969 los mineros buscaron el diamante en los aluviones de la cuenca del Caroní y del Cuyuní por el lado sur oriental y finalmente comenzaron la búsqueda por la región suroccidental, en la cuenca del Cuchivero y del Caura.
La Oficina del Ministerio de Minas en Bolívar ubicó en 1974 la producción por encima de los 700 mil quilates métricos, algo así como 50 millones de bolívares por los que el Fisco Nacional percibirá el uno por ciento por concepto de impuestos.    
En 1972 la producción no llegó al medio millón de quilates. El incremento experimentado en 1974 fue atribuido a la aparición a finales de octubre de 1973 de una “bomba-diamantífera” denominada “El Milagro”, situada en la zona del Guaniamo, al este de La Salvación, en el Distrito Cedeño.
El Prof. de Geología de la UDO, José Baptista Gomes, quien murió trágicamente en Caracas víctima de un asalto realizaba entonces estudios sobre el origen del diamante del Guaniamo y comprobó junto con el doctor Darcey Pedro Silvestre, de la Universidad de Indiana que los diamantes del Guaniamo tienen el mismo origen de las gemas africanas.
Para 1974, unas diez mil personas, 40% brasileños y colombianos indocumentados, buscaban la piedra preciosa del Guaniamo entre toneladas de fango, vapores de licor y besos comprados.
Según Meignen Medina, el nombre de la parroquia se debe al río Guaniamo que a la vez deriva su apelativo de una serranía que así se llama. El río Guaniamo es una corriente de agua de régimen permanente, tributario de la Cuenca del río Cuchivero. Es uno de los ríos de tercer orden de la República. Su curso tiene una longitud aproximada de 198 km y en todo su desarrollo marca el límite entre la sección capital del municipio Cedeño y la parroquia Guaniamo.
La Parroquia Guaniamo pertenece a la circunscripción Político-Territorial del municipio Cedeño y fue creada por la Asamblea Legislativa del estado Bolívar, el 29 de diciembre de 1994, según la Ley de División Político-Territorial del Estado. Sin embargo, su capital El Milagro fue designada en 1991, por la Asamblea Legislativa del estado.
La Parroquia Guaniamo, con unos cinco mil habitantes aproximadamente, está situada en la zona centro-sur del municipio Cedeño en el área conocida como la zona minera del Guaniamo. Su capital, El Milagro, situada encima de las márgenes nominadas: “Quebrada Cuatro Piedras”. Este pueblo comenzó a fundarse a partir de 1950, en la oportunidad de los primeros mineros llegados allí para explotar los diamantes de aluvión que estaban en la quebrada.
 
Teléfono: 0414-0961910

martes, 6 de noviembre de 2012

Solo una noche y nunca llegue el día

"Sólo una noche y nunca llegue el día", una novela  del docente y escritor Óscar Pirrongeli Seijas, que recomendamos por su aleccionadora pedagogía en el comportamiento de empresarios y estudiantes que no saben dominar sus impetus sexuales.Don Francisco es un rico empresario de noble corazón. Siendo niño, de manera misteriosa fue abandonado inconsciente a las puertas de un orfanato público. Las monjas le dieron educación y protección hasta culminar sus estudios universitarios. En plena adolescencia se enamoró de una joven institutriz a quien venero de por vida. Su maestra de sexto grado fue la primera en enseñarle las delicias del amor, y desde ese día el joven "Franz" se tomó receloso de la sinceridad de las mujeres a pesar de que muchas de ellas se rendían ante su apariencia varonil.
La novela comienza en una noche de insomnio cuando don Francisco, en su suite del hotel Rímini, ve desfilar como en una cinta cinematográfica todas las vicisitudes de vida huérfano hasta convertirse en un potentado circunspecto y generoso.
La narración, más que una novela, se nos presenta como una sana lección pedagógica para empresarios y estudiantes que no saben moderar sus apetitos sexuales.
Es una novela corta, no llega a las cien páginas--Oscar Pirrongeli Sejas--Teléfono:  6310256--04168866954